Cualquiera que tenga hijos sabe la lucha que la hora de la
comer puede ser. Las preferencias de los niños cambian de un día para otro y
esta imprevisibilidad hace que sea difícil preparar comidas y bocadillos
saludables que coman constantemente. Decorar las comidas con colores brillantes
y formas divertidas es una manera creativa de conseguir que tus hijos coman y
ahorrarte unos cuantos dolores de cabeza en la mesa.
Aquí les dejamos algunos ejemplos para hacer del momento de
la cocina un rato agradable para todos.
1.- Cortar la fruta
en tozos pequeños, luego ponla en pinchos o mondadientes. Escoge una variedad
de colores para conseguir un efecto arco iris. Trata de usar bayas, kiwi, piña,
uvas, manzana. Presentar la fruta de forma divertida para comer, hace que sea
más divertida para comer, hace que sea más atractiva para los niños comerla.
2.- Unos moldes de galletas para cortar
frutas en formas interesantes. Las fritas como la sandía, piña y melón
funcionan muy bien. Puedes utilizar la misma técnica en los productos de
panadería, especialmente en sándwiches y tostadas. Un sándwich de mantequilla
de maní y jalea cortado en forma de estrella o de corazón es mucho más
divertido para comer que un simple rectángulo.
Os proponemos varias decoraciones que se preparan así con
ingredientes que todos tenemos en casa: azúcar glas, chocolate, canela… Y a los pequeños les fascinará hacer galletas
con diferentes formas y sabores ¡Se lo pasarán
genial!
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